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Regresa Vista de Sena de Celso Lagar del MAS procedente de una antológica en Ciudad Rodrigo

El Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo devuelve al MAS, propietario del magnífico óleo sobre lienzo, de Celso Lagar (Ciudad Rodrigo, Salamanca, 1891-Sevilla, 1966) titulado Vista del Sena (1915), que prestó para la exposición que se celebró en el Palacio de los Águila en Ciudad Rodrigo (Salamanca) desde el pasado 25 de noviembre de 2016 hasta hace escasas fechas. La exposición estuvo organizada por el Ayuntamiento de dicha localidad –de donde era originario el artista-, la Junta de Castilla-León, Diputación de Salamanca, el Ministerio de Cultura y Fundación Duques de Soria y Enusa, con el título Celso Lagar, el genio mirobrigense (1891-1966) en homenaje al artista coincidiendo con el cincuenta aniversario de su fallecimiento.

La muestra recorrió su trayectoria como artista y la evolución de su arte, siempre lleno de sentimiento y espejo de ánimo. Es la creatividad de un artista de entreguerras, de un pintor de la denominada Escuela de París. Y es curioso cómo su trayectoria corre pareja a otros artistas españoles con los que coincidió. Muy importante es la obra del MAS, quizá una de sus obras maestras, donada al museo por Pablo Schabelsky, que posee claras connotaciones fauvistas con datos cezannianos y también cubistas en la construcción de su paisaje urbano.

Celso Lagar, hijo de Gumersindo Lagar Iglesias y Braulia Arroyo nació en época de la regencia de María Cristina en España y creció rodeado de tallas, retablos y púlpìtos en el taller artesanal familiar. En 1911, Celso Lagar viajó a París subvencionado por el Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo para continuar con sus estudios de escultura clásica en la Academia de Bellas Artes.

Testigo de excepción del vínculo entre Ciudad Rodrigo y Celso Lagar es Rosa del Thebas (1912), única pieza escultórica del artista conservada y localizada. De valor material incalculable, legado que Celso Lagar dejó a sus vecinos en compensación por su ayuda para viajar a París, tal y como hacían todos los pintores que allí iban, como fue el caso de María Blanchard.

 

París

En la época parisina de Celso lagar (1914-1919) descubre una ciudad bohemia y cosmopolita, encontrando un universo artístico en plena ebullición en el que conviven gran cantidad de movimientos artísticos en pleno auge del expresionismo, sobre todo el Cubismo de segunda generación y el tardofauvismo. París es el epicentro de las Vanguardias. Es el París de Jacob, Apollinare, Fort, Gris, Picasso. Lagar coge de todos y lo hace suyo. Allí se hace y sobre todo se cree artista, capaz de cambiar el arte que había dejado en España. En esta primera época, se distinguen rasgos fauvistas, cubistas y futuristas. Y una obsesión por los desnudos cuidadosamente desproporcionados y primitivos. El autor del río, Ciudad Rodrigo (1914), pinta en esta época La vida en el campo (1915), bañistas (1915) o baño en la playa (1918)

Después de una breve estancia en España la crítica no entiende sus trabajos y vuelve a Francia. Esta vuelta también significará un cambio en sus creaciones que se ajustarán al orden figurativo dominante en la Europa de entreguerras. En ese momento, comienza una nueva etapa alejándose de las vanguardias y retornando a la figuración al orden imperante entonces, siempre atento a la investigación para evolucionar hacia otro estadio más creativo. Un relato de su entorno que busca más el sentimiento y la emoción en la que merecen especial atención: bodegón, desnudos y paisajes. Así pinta, Florero con taza (1922), bodegón (1921) o Composición. Desnudo (1922)

En los años 30, retrata a las gentes nómadas del circo. Es la crónica grotesca de la sociedad de entreguerras, atrapada en la melancolía y la miseria. Una evocación romántica a la madre patria: Acróbatas (1930) o Parada de circo (1936) son sus pinturas más significativas. La obra más política de Celso Lagar transmite el drama de la guerra que si cabe es mayor cuando es civil. Crónica goyesca de nuestra guerra civil (1936-1939)

La desaparición de su fiel compañera Hortense Begue en 1956 y su posterior internado en el sanatorio mental de Saint-Anne, hacen sucumbir a Lagar en una depresión definitiva lo que le supone su internado en un sanatorio mental. Ya nada le hace pintar y en 1961 fallece en Sevilla.