Exposición

JOSÉ GALLEGO

Dibujos transitivos

25.10.2024 - 12.01.2025

c/ Rubio 6, Santander


Vista general de Iñaki Pinedo.

Evento/aluCINE

Iñaki Pinedo. "En la línea del horizonte"

26.11.2024 19.30h

Documental sobre Roberto Orallo


Vista general de Joaquín Martínez Cano

Evento/El artista y su obra

Joaquín Martínez Cano

05.11.2024 19.30h

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Viernes 24 de noviembre de 2023

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Invitación exposición de Mabel Arce

marzo

6

Inauguración: 06/03/2015

Clausura: 12/04/2015

Ubicación: Planta 1

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Mabel Arce

Descripción

El MAS | Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander y Cantabria inaugura el 6 de marzo, a las 19:30h, la exposición temporal en el EspacioMeBAS, “Mar inmenso/mar excesivo//Mar sencillo/mar pausado//Mar hostil/mar moribundo//Mar incierto/mar engaño//Mar que quieres/quieres más”, una extraordinaria obra artística / pictórica con una proyección videográfica de la creadora Mabel Arce.
La artista recala en el EspacioMeBAS, tomando el relevo a la exposición que conmemoró el bicentenario de la llegada del retrato de Fernando VII pintado por Francisco de Goya a la ciudad de Santander. Así, el MAS presenta ahora un óleo sobre lienzo de 270 por 345 centímetros con sobreproyección de dibujos que pasarán a formar parte de la Colección del MAS al ser donados generosamente al museo por la artista.

Organización

Dirección, organización, gestión y edición: MAS

Comisario: Salvador Carretero

Artista(s)

Mabel Arce (Santander, 1970)

 

Licenciada en Bellas Artes por la Facultad de la Universidad  Complutense de Madrid, amplió sus conocimientos en talleres de Nueva York y Roma, y también en la India, Kenia y Tanzania.  En el año 2000, obtuvo el prestigioso premio BMW en su XV edición.  A lo largo de su itinerario ha mostrado su obra en numerosos espacios españoles y extranjeros. La relación de Mabel Arce con el MAS es estrecha y continuada en el tiempo, en 2005 participó en “El Puente de la Visión”, un proyecto en el que en su edición también estaban Manu Arregui (Santander, 1970), Stephen Dean (París, Francia, 1968), Esteban de la Foz (Santander, 1928 -2007), Luis González Palma (Guatemala, 1957), Naia del Castillo (Bilbao, 1975), Berta Jayo (Santander, 1971), Cristina Lucas (Jaén, 1973), Juan Carlos Robles (Sevilla, 1962) o Irene Van de Mheen (Holanda, 1967). Ya en 2010, nos desnudó su trabajo y su experiencia artística a través del ciclo Espacio Interior del MAS y ahora se acerca al EspacioMeBAS para ofrecernos este espectacular Mar inmenso...

 

Su última exposición individual en nuestra tierra fue en la Galería DEL SOL ST, en marzo de 2012, con el proyecto “Balanceo de poderes. Asociaciones y contradicciones”. En la actualidad vive y trabaja en Inglaterra y ha regresado por unos días a Cantabria para exponer en el MAS, donde ha participado activamente en el montaje de esta muestra.

 

Hay obra suya en el Museo Municipal de Ayllón, el Palacio de Gaviria, la Comunidad de Madrid, la Colección Banesto, la Colección Santander Central Hispano, la Diputación de Cáceres, la Coleccción BMW, diferentes colecciones particulares, el Gobierno de Cantabria, en la Colección Testimonio de La Caixa y ahora también en el MAS | Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander y Cantabria.

Catálogo

Mabel Arce, tránsito de sensaciones esféricas

(Salvador Carretero)

 

El mar o la mar… Para unos, su condición femenina se adecúa a cuestiones poéticas, a personas aparentemente más sensibles... Para una mayoría, su masculinidad es lo normal y lo habitual. Esta presunta indeterminación “andrógina” es lo que hoy me interesa, porque tanto monta…, que no da igual. Al fin y al cabo, se mueve en el ámbito de lo indeterminado, que no es lo mismo que lo por definir.

 

Muchas veces nos hemos encontrado ante una amplia panorámica marina, de largo y eterno horizonte, de izquierda a derecha, de derecha a izquierda. Sin ir más lejos, desde Cabo Mayor de Santander y concurriendo en un día límpido y nítido, esto es fácilmente advertible; mejor acompañados, pero silentes. Es cuando, de forma espontánea, parece que la realidad nos parece mostrar palpablemente que el globo terráqueo es eso, esférico, porque el horizonte que tenemos ante nosotros así nos lo sugiere. En ese momento es difícil que obtengamos una sensación de línea recta, por no decir imposible. Y es un nuevo momento, físico en este caso, de contrastar que Galileo y Copérnico y seguro que muchos más advirtieron nítidamente la esfericidad del mundo y sus movimientos.

 

Referente a la esfericidad, añado ahora a su vez que del universo, porque, como he comentado en varias ocasiones así me lo parece. Me es difícil imaginar líneas rectas en el universo y su infinitud ha de estar, por fuerza, dispersa en una infinita esfera u ovoide. Algo así como las cajas de Jorge Oteiza, carentes de líneas táctilmente curvas pero que al fin y al cabo, son tan helicoidales, dinámicas, abstractas…, que su materialidad e inmaterialidad, su lleno y su vacío, su propio movimiento intrínseco y el que te genera al circular a su alrededor, las hace ser en realidad esferas; y lo son antes de rodearlas y abarcarlas con la mirada por todos sus rincones y huecos, por toda su materialidad e inmaterialidad.

 

El concepto de esfericidad, que en los últimos tiempos lo marido al de excentricidad, me parece particularmente interesante y hoy útil a la hora de pensar y reflexionar sobre esta obra de Mabel Arce. La primera vez que la vi fue en la extinta Galería del Sol St. de Santander; luego, de forma parcial, en su estudio de Madrid pero sin su transfiguración videográfica. Donada generosamente por ella al MAS, es nuevamente ahora cuando la podemos mostrar y, sobre todo, disfrutar. Lo hacemos en un exclusivo ámbito para generar  un cara a cara que haga la obra infinitamente diferente dependiendo de la contemplación de cada mirada particular que se enfrente a ella. Y lo hacemos inscribiéndola y montando en una sala que es un casi-cubo de unos diez metros de ancho, diez metros de largo y tres metros de alto. La obra es un lienzo, rectángulo (270 x 345 cm), pintado que se tridimensionaliza a través de su sobreproyección de dibujos y formas sobre las enérgicas y tiernas manchas y que inequívocamente hace a la obra esférica, incluso, y musicada con pausas silentes. Mágico puzle de elementos presentes y ausentes, materiales e inmateriales, fundidos en su invisible invisibilidad, una pirámide lumínica tumbada y proyectada de infinitas nanopartículas de base vertical presente y ausente.

 

Lo que planteo no es un pretencioso intento oteizano de generar una obra de arte ya hecha, porque no somos artistas, no soy artista. Pero sí nos es muy útil y formativo pensar que este ámbito casi-cubo del EspacioMeBAS se convierte en una esfera gracias a la presencia de la obra de Mabel Arce, que rompe con toda linealidad y que nos hace ir y volver infinitamente en un especial cara a cara. Hemos trabajado su presentación sin ninguna otra cosa que nos disperse un perseguido momento contemplativo, transversal, mágico, espiritual, transfigurado, helicoidal, esférico y excéntrico.

 

A priori, es imposible que algo tan inmenso, como el mar, pueda ser atrapado en un casi-cubo del MAS. Pero, ¿por qué no?, ¿por qué no intentar generar un ambiente como soporte de la artista -también de la obra de la artista aunque ya ella misma es esférica- a través del cual intentar recrear el mar que Mabel Arce tiene en su cabeza? Las sensaciones de que la artista está adornada son profundas, mucho: insoldables. Son de tal multiplicidad que poseen una continuidad poderosa, especialmente esférica. Son ideas, reflexiones e imágenes que ella misma viene proyectando -este verbo aquí utilizado es importante- desde hace tiempo en toda su trayectoria artística, en cada obra, soporte de soportes, y que se van superponiendo y enriqueciendo constantemente. He conocido a pocas personas cuya sedimentación personal sea tan rica -cada capa sedimentaria ayuda a explicar cuestiones, a razonar-. Son formas de sensaciones y sensaciones informales, un constante y rico cruce de caminos serpenteante..., una esfera que no sabe, ni ella ni los demás, dónde está el principio y el fin, esfera que puede estar quieta o en movimiento cambiante e irregular, que tiene un ad intra y un ad extra…, que es tan indeterminado y que siempre se estremece en tránsito. Un verdadero cruce de caminos laberíntico y esférico a través del cual la esfera va y vuelve…

 

Recuerdo vivamente mi primera visita a la Cueva del Soplao, mágico lugar al que he regresado en varias ocasiones. Desde mi primera visita, descubrí con emoción lo que era y es una estalactita y una estalagmita excéntrica. Atrapé aquí el concepto de excentricidad y que utilizo últimamente aplicado a otras cuestiones o reflexiones. Y como comento en el texto introductorio de La Idea de Arte, a la vista de mi deslumbramiento del Soplao, utilizo el término excéntrico no en el sentido de extravagante o raro -que en éste último sí podría-, sino en el de que una misma cosa -una estalagmita y una estalactita- posee multitud de centros, no uno ni dos, montones de ellos; y además de esa formidable dispersión móvil, circular, esférica, existe, crece, se desarrolla y nunca muere de forma totalmente capilar. Esta es la maravillosa excentricidad que me interesa y que descubierto allí arriba, lo llevo al ámbito de mi trabajo, porque es parte de una vida misma, la de la creación, mágica y ensoñadora, pero a la vez real.

 

Es esa encrucijada plena de levedad y gracia, que sigue moviéndose y cristalizando. Es esa encrucijada imparable, sin fin, en constante evolución, que se hace y deshace constantemente, que se funde y transforma, que evoluciona sin detenerse, como una ola y otra y otra…, todas diferentes, sin normas, sin leyes, sin instrucciones. Es esa querencia sin conocimiento, instintiva que se funde al deseo cambiante que arriba a la vivencia y experiencia, mejor sin respuestas, con sus silencios musicales. Un regalo vital, ella y la obra…

 

“Mar inmenso/mar excesivo//Mar sencillo/mar pausado//Mar hostil/mar moribundo//Mar incierto/mar engaño//Mar que quieres/quieres más”.

 

SCR | 14 de febrero de 2015