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El MAS reabre sus puertas después de las obras de reforma con una selección de sus mejores obras.
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“El arte que conecta”, el Museo del Prado y Telefónica acercan las colecciones del Prado a toda la geografía española Este proyecto…
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Viernes 24 de noviembre de 2023
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Viernes 19 de mayo a las 19.00h
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La Asociación amigosMAS ha decidido nombrar como primer Socio de Honor a Fernando Zamanillo. Será el próximo viernes 25 de noviembre…
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Documento de trabajo del MAS que desde mediados de los noventa del siglo XX se desarrolla y actualiza de acuerdo a los nuevos contextos.
Bajo este epígrafe, el MAS otorga la oportunidad de la consulta de secciones testimoniales consecuencia de una institución más que centenaria y que nació sin especializar (1908-1941). Tanto la colección de numismática (unas 1.900 piezas), como de medallística (unas 450 piezas), como de sigilografía (2 piezas) (colección de sigilografía y medallística), unidas a un centenar de piezas de diversa índole (prehistoria y arqueología, historia natural, etnografía y etnología, etc.) forman parte de estos "Otros Fondos", todas inventariadas y estudiadas. Especializado el museo en 1947, desde entonces y de forma reciente, las piezas relevantes e importantes de este apartado se han ido ubicando en depósito en distintos museos de la región y ciudad: Museo de Altamira (MA), Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (MPAC) y Museo Marítimo del Cantábrico (MMC).
La sección de Numismática tiene sentido desde el mismo origen del Museo allá por 1908. Desde su fundación un año antes, estaba conformado por varias secciones, y muchas de las donaciones que entonces se produjero estribaban en monedas o medallas. Así, con el tiempo, está colección se ha ido dilatando, hasta completar unas dos mil cuatrocientas piezas de muy desigual interés. Bien es cierto que, como consta documentalmente, con el tiempo han ido desapareciendo ejemplares, especialmente monedas y medallas de oro. En 1985 se inician los trabajos de inventario y catalogación de toda la colección, que culminaron en una exposición de las piezas más representativas.
La colección del MAS se distribuye en Numismática Romana y Numismática Medieval y Moderna. En el primer grupo (Ss.II a.C.-IV d.C) a su vez, se subdivide en tres: Moneda Romana (145 a.C.-392 d.C.), con ejemplares acuñados en Roma y puntos de su dominio, con denarios republicanos (familias Sulpicia, Tituria, Julia,...), un denario de Augusto, denarios imperiales (Tiberio, Trajano,...) y bronces imperiales; Moneda hispano-romana (120 a.C.-36 d.C.) con denarios de plata ibéricos y bronces, entre otras; y por Moneda Hispano-Púnica (100-20 d.C.), con un ejemplar acuñado en Cádiz.
La colección de Numismática Medieval se define con muy pocas piezas (dineros, cornados, reales, etc.) que van desde el reinado de Alfonso I de Aragón (1104 - 1134) al de Juan II (1406 - 1454). Mucho más abundante es el capítulo de Numismática Moderna, desde los Reyes Católicos (1469 -1504), hasta Carlos III (1759-1778). Hay una tercera etapa que abarca desde Carlos IV (1788) hasta el momento presente.
La medallística mundial comienza con reproducciones en bronce del siglo pasado referente a réplicas mediocres de piezas del Renacimiento italiano, una selección de medallas papales y otra parte heterogénea hasta fechas cercanas. La colección medallística española del MAS abarca un arco cronológico que va desde el siglo XVI al presente, y en el que destacan varias piezas, como la dedicada a Juan de Herrera (1578) realizada por Jacopo da Trezzo.
Ver catálogo de medallística online
Sólo dos son los sellos que se conservan en la colección del MAS. Sin embargo, uno de ellos, el sello-matriz de San Vicente de la Barquera es de especial relevancia. Se trata de una pieza de bronce, del siglo XIV, con la representación de una nao de un mástil de vela cuadrada sobre una red de peces, cuatro marineros y una inscripción en su reborde.
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El Museo de Santander, nacido en 1908, tuvo en sus secciones de Prehistoria y Arqueología, así como de Historia Natural y Etnografía y Etnología sus puntos fuertes en su arranque histórico. La primera de ellas se iba surtiendo de piezas emanadas de las excavaciones del momento. Producto de ello, son las donaciones que se iban incorporando, con piezas emblemáticas como es el Bastón de Mando de la Cueva de El Castillo, en hueso, con un ciervo grabado; o el Caldero de Cabárceno en bronce; o puntas de flecha, hachas o un excelente puñal de bronce. También se conservan algunos objetos raros del resto de secciones, como una piel de serpiente, algún ídolo mesoamericano, etc., piezas algunas más interesantes que otras, dentro de lo que es una sección hoy anecdótica. Las buenas o excelentes piezas se encuentran en depósito en museos de la ciudad y región.