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El Museo del Prado en el MAS

“El arte que conecta”, el Museo del Prado y Telefónica acercan las colecciones del Prado a toda la geografía española Este proyecto…

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Presentación libro "MAScolecciones2021. Catálogo sistemático"

Viernes 24 de noviembre de 2023

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Día Internacional de los Museos 2023

Jueves, 18 de mayo

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Presentación libro "MAScolecciones2021. estudios y Reflexiones"

Viernes 19 de mayo a las 19.00h

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Fernanado Zamanillo, socio de honor de "amigosMAS"

La Asociación amigosMAS ha decidido nombrar como primer Socio de Honor a Fernando Zamanillo. Será el próximo viernes 25 de noviembre…

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Proyecto Museológico y Museográfico

Documento de trabajo del MAS que desde mediados de los noventa del siglo XX se desarrolla y actualiza de acuerdo a los nuevos contextos.

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El MAS restaura toda su colección de estampas de Goya

Las 97 estampas propiedad del MAS, pertenecientes a 4 series diferentes, han sido restauradas en los últimos meses.

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Travesía, incluso (2015)


Travesía, incluso (2015)

El MAS | Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander y Cantabria ha inaugurado en febrero Travesía, incluso, como una nueva revisión, evolución -continuación de la habitual revolución y atrevimiento transversal e intemporal del MAS- que completa y complementa la expocolección del MAS y que da nueva vida a los fondos de una colección "definitivamente inacabada" -Marcel Duchamp siempre presente- y en constante transformación.

 

Así­, a la Condición Femenina, que está ubicada en planta 3 -y que también se refresca con cambios puntuales- se le suma la Condición Masculina y el EspacioGÉNESIS, que se alojarán en la planta 2, y que están trabajados bajo los criterios de transversalidad, intemporalidad y descentralización que acompañan al MAS. La Condición Masculina viene a ser un apéndice de la idea de Travesía, en su homenaje a Marcel Duchamp (1887-1968) figura clave del arte del siglo XX, y para lograrlo se ha trabajado con los mismos parámetros de transversalidad, intemporalidad, descentralización,... que llevan al diálogo, la reflexión, el debate, el compromiso. Una Travesía constante y siempre inconclusa es la que se desarrolla a través de la colección del MAS, en general, y de su expocolección o presentación pública temporal, en particular: objeto y sujeto son los protagonistas de esta travesía. Una travesía en la que ahora se ensamblan Condición Masculina y Femenina como fuente de unión, como escenario simbiótico de un nexo indisoluble que marca y define lo que somos y lo que seremos, tejiendo nuevamente una visión transversal e intemporal del ser humano, teniendo como nexo de unión EspacioGÉNESIS.

 

CONDICIÓN FEMENINA

 

El MAS dedica por entero la Planta 3 a la Condición femenina. La primera estancia es la más reivindicativa y sórdida. En ella se reúnen aspectos comprometidos como la violencia de género o la fragilidad de la libertad, la utilización estética que se ofrece del cuerpo femenino, la lucha por los derechos civiles... La sala es un grito contra ejemplos sangrantes y llamativos que son abordados por artistas -mujeres y hombres- con el anhelo de hacer reflexionar a la sociedad contemporánea. En el segundo ámbito se evidencia aun más el homenaje a Duchamp (El Gran Vidrio y, especialmente, Étant Donnés). La última sala preserva una esencia más positiva, con claros mensajes optimistas. Obras en las que la mujer adquiere poder e intimidad propia. Un espacio en el que se dan cita piezas sobre muy diferentes soportes, desde la instalación a la pintura, dibujo, grabado, pasando por la fotografía, con una esencia particular de dulzura que hace de este espacio una experiencia mágica. Siempre y en todos los casos, la participación del visitante, de cada visitante, hará la lectura diferente, consumando así­ infinitos actos creativos, la continuidad del proceso creativo del propio artista, llevando a cabo su propia contribución, abierta e inconclusa, duchampiana, en perpetua travesía.


Nos recibe un Jardí­n de Paz (2002-2003) obra de Fernando Bermejo (Madrid, 1949). El jardí­n es un elemento habitual en la obra de Bermejo que emplea como territorio de revelación, reino de armonía y contemplación porque es un lugar donde se produce una espiritualidad laica. El alma comulga con la calma y el sosiego. La rosa en sus distintas variedades es sinónimo de feminidad y del tempus fugit, irremediablemente ligada a la creación, al florecer y posterior marchitar, el contraste entre la vida y la muerte, el placer y el dolor. Paz era el nombre de su madre recientemente fallecida cuando Bermejo lleva a cabo estas cajas de luz y Paz se gritaba en el mundo contra la Guerra de Irak en el momento en que se expusieron estas Rosas en el MAS, rosas monocromas pintadas sobre papel italiano y japonés. Luis González de Palma (Guatemala, 1957) mira al pasado con su obra Él no la veía como (2004): una mirada melancólica que nos habla desde la memoria difusa y subjetiva del rodar personal y que narra entre otras historias el conflicto cultural que sufre su entorno a través del retrato de esta mujer en primer plano, sí­mbolo de la fragilidad de la libertad de la mujer.

 

Sutilidad y fragilidad aflora constantemente en el trabajo de Emilia Trueba (Galizano, Cantabria, 1959), con ejemplo en sus sus Jaulas de Seda (1998): la estructura formal externa es la que aporta el grado de intensidad a las Jaulas, ya que están construidas con finos hilos de seda, por lo que sus cualidades, la suavidad y la delicadeza se contraponen a su función, frágiles jaulas sí­mbolo de prisión enmascarada bajo la dulzura de la seda. Regina José Galindo (Guatemala, 1974) se muestra en el fotograma capturado de su video Limpieza Social (2006), expuesto en la sala de proyecciones, con una acción que cuestiona y critica las realidades latinoamericanas: Galindo afronta las diferentes problemáticas desde su propio cuerpo, mostrando su piel, su color y su condición de mujer.

 

Eulalia Valldosera (Villafranca del Penedés, Barcelona, 1963) reinició su producción artí­stica en los años noventa a través del estudio de la herencia iconográfica judeoárabe que hemos heredado. Esto la condujo a una reducción de puntos y lí­neas. En esta obra la trama representa una red que atrapa el hogar asociado al mundo femenino y rol de la mujer. Valldosera en Colgada por él (1990), se integra y desdobla en este plano í­ntimo de su espacio interior.

 

A continuación, se nos presenta una instalación de Naia del Castillo (Bilbao, 1975) Espacio doméstico-labores (2001). Nos descubre cómo el acto de vestirse es una acción consciente de presentación a la sociedad. Para Naia "los vestidos son ese nexo entre el exterior y el interior, esa zona fronteriza, donde se encuentra lo que es objetivo y lo que es subjetivo". Confecciona estos objetos, subjetivados, que se relacionan porque la conciencia colectiva les condiciona un significado que puede variar dependiendo del individuo. Además ejerce una crí­tica severa sobre los roles que la mujer ocupa en el ámbito doméstico. El bastidor con el que se borda actúa de cuello torturador y el vestido se torna una camisa de fuerza.

 

Suavemente angustiosa es la fotografía de Aino Kannisto (Espoo, Finlandia, 1973) obra sin titular de la serie Woman in water de 2003. Esta finlandesa se sumerge en las emociones humanas, sus sufrimientos, sus recuerdos y sus anhelos, a través de fotografías, planteadas estética y formalmente bajo una fuerte influencia cinematográfica. Como es habitual en su trabajo ella como única protagonista femenina se halla en un escenario aparentemente anecdótico, que nos transporta por medio de la potente atmósfera de tensión a un espacio ficticio, que solo existe en los pensamientos del protagonista, manteniéndose en una lí­nea de flotación al lí­mite de su existencia.

 

Brillante es Angela in blue #, (2003) de Isaac Julien (Londres, Reino Unido, 1960), artista que estudió en St Martin's School of Art y fue nominado al premio Turner en 2001. Esta fotografía pertenece a la serie Baltimore, claramente influenciado por su faceta como cineasta, presentando una imagen que perfectamente podría ser un fotograma de una pelí­cula ambientada en un barrio neoyorquino de los setenta, quizá el Bronx o Brooklyn.

 

Pierre Gonnord (Cholet, Francia, 1963) se muestra fiel a sus conceptos a través de Olympe (2006). Los retratos de Gonnord se mueven a medio camino entre la rebeldía del olvido y la investigación sociológica. Estos rostros como el de Olympe ejercen de mapa histórico de nuestra época. Las caras anónimas de ciertas realidades sociales que modifican el tejido social al que pertenecen (movimientos migratorios, el éxodo rural, el movimiento feminista). Olympe es un retrato realista que podríamos comparar con los retratos naturalistas barrocos por su composición, iluminación, ambientación...

 

Clave en todo el desarrollo de la colección del MAS, en su sección dedicada a la condición femenina, es Vicky Civera, (Port de Sagunt, Valencia, 1955) a través de esta precisa obra titulada La espera (2006). El formato circular, la infinitud, ayuda a transportarnos a la ambigüedad latente en la composición, un estado existencial marcadamente femenino: el tiempo caduco e infinito, los dos ámbitos divididos por el horizonte uno de noche y el otro multicolor. La mujer es centro y el origen de la vida alrededor de la que todo gira, el mundo y el universo, y el epicentro de la expocolección. Una inquietud que se mueve entorno a la memoria y el universo de la mujer como es común en la obra de Civera.

 

Catarina Campino (Lisboa, Portugal, 1972) realizó y produjo esta pieza Our love (2006), en Santander pasando a formar parte de la expocolección del MAS. Campino recurre, en esta ocasión, a los juegos de palabras confrontando el concepto del amor y de la muerte a través de esta tumba colocada en el centro de la sala. También recurre al juego visual, puesto que las dos oes, los dos grandes círculos del epitafio, se funden imitando las alianzas que la llevarán a la tumba...

 

Después de la sangrante ironía de Campino se expone otro concepto de lucha contra la violencia de género. La performance que Beth Moysés (Sao Paulo, Brasil, 1960) nos trae en formato video Reconstruyendo sueños (2005). Una larga procesión de novias recorren desamparadas las calles de la ciudad. Esta manifestación integra en un todo a mujeres artistas, mujeres maltratadas, grupos feministas y asociaciones de mujeres que finalizan el recorrido cosiendo una "M" de mujer en sus guantes y lanzándolos al fuego como expiación de los malos recuerdos y de los desencadenantes de esta problemática social. El traje de novia actúa como metáfora de la felicidad atrapada en el tejido de los sueños del matrimonio que se torna en cruel cuando padece malos tratos.

 

Utilizando la técnica del collage, Salvador Díaz (Ciudad de Mexico, México, 1977) logra compaginar varios niveles de comunicación, en una crí­tica entre satí­rica e irónica de la sociedad actual. Como soporte, emplea el papel de periódico que recoge en distintos aeropuertos del mundo. Este frágil elemento traspasa su función para convertirse en guía de lo visual. El artista resalta los titulares de los medios de comunicación para evidenciar la manipulación del lenguaje: sexo, violencia, muerte, drogas. Cráneo sorprendente el INAH (2009), A huevo (2008), Senos (2009), El Greco (2009), A dar el golpe (2009), In detail (2001)...: nos recuerda de alguna forma la trágica situación de la mujer en Ciudad Juárez...

 

Rosalía Banet (Madrid, 1972) a través de El cumpleaños (2008), no nos deja indiferente. Esta maqueta se inmiscuye en la biografía de Sara Li y Ana K., y con ello en la maternidad. Estas siamesas fueron fabricadas, no nacidas, por el deseo de cuatro mujeres que incapaces de reunir las piezas suficientes decidieron compartir una criatura dual. Reinventar el medio, desde el artí­stico, al doméstico. Estas anfitrionas se han convertido en un medio para reivindicar el nulo posicionamiento de la mujer en puestos de relevancia; utilizando el canibalismo como forma cruel de laica eucaristía.

 

Lost my head (2005) de la islandesa Bjargey Olafsdóttir (Reykjaví­k, Islandia, 1972) es una obra videográfica de excelente producción protagonizada por la perversión y la manipulación. Ella le dice que quiere divorciarse; él utiliza el victimismo para destrozarle su vida y para volver a atraparla en su cárcel...Cuando la protagonista del video consigue aquello que en justicia le pertenece, la narración videográfica culmina con un final atroz. Su obra es narrativa por naturaleza y traduce la ironía de la vida real en imágenes que enfrentan lo bello con lo violento.

 

Daniele Buetti (Friburgo, Suiza, 1955) trabaja con imágenes concebidas para seducirnos. Will I ask for help, (1999) se compone por varios fragmentos de dibujos que unidos a modo de cartel publicitario forman la imagen de una modelo. Sobre su piel se taladra una pregunta: Pediré ayuda... Luis Bezeta (Santander, 1976) con su Norma Jeane es Marilyn (2011) fotografía consecuencia de una videocración producida por el MAS para la que el artista ha contado con artistas y crí­ticos de arte como actores del mismo: Javier Arce, Marc Vives, Luis Bestué, Lucía Moreno, Eva Noguera -ambas constituyen el dúo artí­stico Momu & No Es y ambas están en el maletero del Mustang- y Manuel Moreno, aproximándonos a la imagen de la Norma Jeane más auténtica, inspirada en la mí­tica escena y manifestando la incondicional devoción por el Séptimo Arte de Bezeta.

 

Ester Partegás (Barcelona, 1972) con su Everything I don´t want to be (2004) muestra con los despojos del consumo y el exceso de nuestra existencia la exhortación de las buenas intenciones, una crí­tica al sistema que nos envuelve, que construimos y devoramos. Esta obra pertenece a una serie titulada Barricadas. La técnica empleada provoca que el espectador se refleje sobre la misma. Es un retrato de ciudadanos invisibles, trasmutados a marcas comerciales, convertidos en la basura reflejo de lo que somos. El espacio final es el basurero, obra hecha por una mujer.

 

El desierto de Atacama a través de la cámara de Magdalena Correa (Santiago de Chile, Chile, 1968) emerge en Mantos blancos (2008), fiel reflejo de su trabajo. En la serie La desaparición, explora y compara la vida entre dos desiertos, uno en América del Sur, el desierto de Atacama, y otro en Asia, el desierto del Gobi, entre China y Mongolia. La apropiación del terreno, las diferencias culturales que se producen en ámbitos tan inhóspitos, el aislamiento de este tipo de sociedades, son algunas de las problemáticas que nos muestra Correa. La vida y la muerte, el abandono, una tumba-cuna de un niño, las flores de plástico en ámbito donde no crece la naturaleza... El viaje como proceso artí­stico y la geografía se vuelven importantes en su concepción.

 

Joel in my mirror (2) (1992) como otros tantos protagonistas de las fotografías de Nan Goldin (Washington, USA, 1953), es una persona cercana a la artista. La inquietud por capturar cada momento de sus descubrimientos vitales hacen de ella una especie de documentalista de la sociedad neoyorkina de finales de los años setenta en adelante. La adicción a las drogas, el punk, el sexo y el sida se enfrentan en el espejo de Goldin donde se explora la condición del ser humano, de su cuerpo, del dolor, de la supervivencia de la mujer.

 

Josefina Carón (Salta, Argentina, 1977) nos transporta de nuevo al camino del Calvario que nos había traí­do hasta la parte más crí­tica de la expocolección para salir precisamente de ella. El Viacrucis de Ramonita (2009) retoma la idea de las catorce estaciones, en este caso, inspirados en Ramonita, una amiga suya, una mentora, que recita la vida cotidiana en estos tiernos bordados.

 

Cierra y abre la estancia una singular pieza de Catarina Campino (Lisboa, Portugal, 1972) titulada Esposas de matrimonio (2005). Esta artista portuguesa establece de nuevo un juego de palabras e imágenes, haciendo clara alusión a la dependencia y represión de la mujer respecto a la figura masculina, a través de una palabra utilizada con su doble significado -esposas-, acepciones que nos recuerda la prisión de la condición femenina. En realidad se trata de dos alianzas de oro convertidas en un elemento privativo de libertad, puestas en un pequeño altar, epitafio de muerte.

 

Accedemos a una sala muy especial, donde el homenaje a Marcel Duchamp (1887-1968) se torna fundamental y evidente en Travesía a través de Étant Donnés (1946-1966) y de El Gran Vidrio (1915-1923). Éste es una doble gran plancha de cristal, de casi tres metros de altura, en la que la mitad superior se destina a la representación de una mujer desnuda y tumbada, y la parte inferior a distintos mecanismos que representan los solteros que admiran y desean a la mujer. Étant Donnés, retoma la admiración de Duchamp por la mujer, hasta llevarla al "espionaje" basado en el deseo del hombre que mira a través de un orificio para descubrir a la mujer desnuda. La sala viene a ser una directa y concreta recreación de esta obra, donde el erotismo femenino del francés, el origen de la vida y del mundo, es clave en su lectura. Donde la verdad oculta de María Martins (1894-1973) -la modelo de la obra del francés, y su amante ocultada por su genio que hoy ya se va rescatando-, es parte del desarrollo de esta sala. Donde la confluencia de significados, la complementariedad y trasversalidad intemporal con grandes dosis descentralizadoras, el juego de los opuestos o la continuidad del proceso creativo del visitante, se tornan ricos.

 

La sala la preside el famoso retrato de Fernando VII (1814) pintado por Francisco de Goya y Lucientes (Fuendetodos, Zaragoza, 1746-Burdeos, Francia, 1828), alegato del triunfo del pueblo español (la figura femenina superior) sobre la francesada (el león). Murió la verdad es una alegoría utilizada por Goya de forma constante (véase un pequeño grabado en el collage de obras de la sala) protagonizada por una mujer yacente, semidesnuda, rodeada de monstruos y parecida a la alegoría del lienzo. Ésta es una mujer semidesnuda (la verdad), viva, activa y reivindicativa, que ofrece su néctar sagrado, identificable a la Novia de Duchamp. Ella aparece valiente y triunfante sobre el mismo rey y sobre el francés invasor (león) que engulle las cadenas de la liberté, su propio orgullo, junto a un Hércules barbado en el tondo (liberación de Némesis). Arriba la Novia, en el centro el primer Soltero de El Gran Vidrio, el rey. Y a pesar de su poder, la verdad no se queda oculta, no es ocultada, no le es usurpado el papel que ha protagonizado: es ella, el pueblo español, quien ha expulsado al francés invasor, y no el rey. El retrato es magní­fico, con una muy rica iconografía, en donde se simultanea una técnica preciosista (el retratado), junto con otra suelta, fresca y valiente (el león y la figura alegórica femenina del pueblo español). Fue un encargo del Ayuntamiento de Santander en 1814 y en él se dictaba la iconografía del retrato (se expone una copia facsimilar en la sala), coincidente con un Carlos IV atribuí­do a Martí­nez del Barranco que el MAS conserva y al que el pueblo santanderino tenía en gran estima.

 

Le acompañan dos retratos fotográficos contemporáneos. De Yasumasa Morimura (Osaka, Japón, 1951)An Inner Dialogue with Frida Kahlo (2001), autorretrato en homenaje a Frida Khalo (1907-1954), en la que se sintetizan diferentes ideas sobre los opuestos, la confrontación entre occidente y oriente, la doble identidad, un homenaje a la figura de Frida Khalo, otra gran artista, mujer, una verdad oculta y ensombrecida por Diego Rivera (1986-1957), y que afortunadamente, ha sido rescatada. Y de Miguel Rí­o Branco (Las Palmas de Gran Canaria, 1946), su Snake Dream (1985-1994), dí­ptico fotográfico en blanco y negro que condensa toda la habitual narrativa del artista.

 

Fundamental en el contexto artí­stico cántabro de los ochenta es el polí­ptico ¿Qué Es-Cultura? de Juan Carlos Fernández Izquierdo (Irún, San Sebastián, 1965), otro de los novios duchampianos de la planta. Los textos emanan de un manual básico y casi obligatorio en las Escuelas de Bellas Artes españolas que trata sobre conceptos clave de la práctica artí­stica (color, perspectiva, forma...), con conceptos sobrepuestos propios de la sociedad y la cultura actual (polí­tica, posesión, pornografía) a modo de juego de opuestos. Fundamental en esta lectura -como en la sala y en toda la planta- es la obra de René Magritte (1898-1967) titulada Je ne vois pas la femme cahée dans la forêt (1929), montaje fotográfico surrealista, donde 16 artistas y escritores, todos varones, con los ojos cerrados, rodean a un desnudo femenino en pie, todo ello vinculado a la cascada y fuente de Duchamp, a su erotismo...

 

Verdad rescatada es el particular origen del mundo de Javier Arce (Santander, 1973) perteneciente a su serie de los Estrujados, a través de la cual el artista cántabro se pregunta y cuestiona cómo los grandes iconos de la historia del arte son tratados en la actualidad. Arce bucea en la función social del arte y nos presenta interpretaciones de obras que se han convertido en objetos de "usar y tirar". Este papel titulado El origen del mundo-Xl (2007) es un dibujo en rotulador de concepto neopop, de aspecto pixelado, cuya iconografía revisita la genial obra del mismo tí­tulo de Gustave Courbet (1819-1877) de 1866, artista controvertido, renovador e incluso agitador social. ¿En la actualidad? se pregunta Arce: un póster, un estampado de paraguas, las tapas de una agenda de teléfonos. ¿Cuál es la función social del arte y de sus espacios en la actualidad?

 

Frente a ellos se presenta un collage de importantes obras de artistas clásicos, modernos y contemporáneos, obras que giran entorno a la Verdad, al origen del mundo y de la vida, protagonizada por la mujer y su condición. Hemos de tener presente el histórico simbolismo que siempre ha ostentado el desnudo femenino (Vid. p.e. de Tiziano Vecellio, c. 1477/1490-1576: Amor Sacro y Amor Profano, 1515), ligado a la verdad... La popular Morucha (1929) de Roberto Fernández Balbuena (Madrid, 1890-Ciudad de México, 1966) así­ lo encarna; el Desnudo (1930) novoobjetivo de Ricardo Bernardo (Solares, Cantabria, 1897 - Francia- 1940) que nos recuerda la fragilidad -el cántaro de barro- de la virginidad; Los curiosos (1932) de Luis Quintanilla Isasi (Santander, 1893- Madrid, 1978); los grabados de Francisco de Goya (1746-1828) Ya van desplumados (Los Caprichos) y sobre todo Murió la verdad (Los Desastres de la Guerra) vinculado al Fernando VII; o las pinturas descarnadas de Martí­n Sáez (Laredo, 1923-Madrid, 1989) Desnudo boca arriba (1975, 1977), La sueca (1988) y Desnudista (1975). Importantes son los vibrantes óleos fauvistas de Francisco Iturrino (Santander, 1864-Cagnes-sur-Mer, Francia, 1924) Desnudo (c. 1909-1910), atrevida odalisca, y Andaluzas (El jardí­n de Lesba) (c. 1909-1912), que muestra el tierno amor lésbico de dos jóvenes, lienzos muy emparentados a su gran amigo Henri Matisse (1869-1954). El voyeur (2001) de Ciuco Gutiérrez (Torrelavega, 1956) fotografía que toma el cuerpo de la mujer como excusa para los sueños inocentes de un niño que busca paisajes por explorar, y que de alguna forma se identifica con el propio visitante que explora la sala, con el que mira a través de los dos orificios de Étant Donnés.... Y Rosa, espejo y condón de la Serie Erótica (1981-1990) de Juan Hidalgo (Las Palmas de Gran Canaria, 1927), artista conceptualista que formó y conformó el grupo ZAJ, llevando a cabo todo tipo de actividades artí­sticas fuera de la "legalidad" en los ochenta, sin dejar de expresar y reivindicar la libertad, relatando aquí­ la dura realidad de la homosexualidad, vinculado al entonces recién conocido virus del VIH.

 

Y más cara a cara aún, precisamente con el Fernando VII de Goya, se ubica el trí­ptico fotográfico The dinner. Nicola´s death nº I (2008) de Nicola Constantino (Rosario, Argentina, 1964), al modo de retablo clásico, donde la trasversalidad se hace total. Fundamentado en una pintura del holandés Pieter de Hooch (1629-1684), influida a su vez por la última Cena de Leonardo da Vinci (1452-1519), Costantino recrea una obra, retratándose ella misma, desnuda (la verdad nuevamente). Tomada al modo clásico y simbólico de la naturaleza muerta, donde el tempus fugit, la fugacidad del tiempo, se vuelve fundamental, la artista en este caso presenta el cuerpo femenino (su propio cuerpo) como objeto de deseo cual suculento manjar rescatando a su vez una iconografía universal para abordar un tema igual de extenso como es el de la "mujer-objeto". Además de ello trabaja la naturaleza muerta con su opuesto, como naturaleza de vida -la artista, en el momento de hacerse la fotografía, está embarazada-, ofreciéndose en alimento (Eucaristía pagana). Este cara a cara con el Fernando VII de Goya busca un definitivo Y vive la Verdad, parafraseando a la inversa y en positivo el tí­tulo de Goya, ubicando las figuras femeninas presentes en cada obra en fundamental diálogo y lectura, nuevo y claro ejemplo de la intemporalidad y transversalidad en los que el MAS asienta sus bases teóricas.

 

La última sala del MAS de esta planta dedicada a la condición femenina se torna más suave y positiva. El ámbito gira alrededor de una instalación de Concha García (Santander, 1960) situada en el suelo: Cí­rculo (1998). Está relacionada con la metamorfosis, combinando la idea de transformación de la larva en crisálida y posteriormente en mariposa con dos cuestiones vitales, el proceso creativo y su propia maternidad. La maduración personal está í­ntimamente ligada a la maduración conceptual y técnica que exige el proceso creativo.

 

Un collage, con obras de arte clásico, moderno y contemporáneo, vuelve a funcionar como pequeña instalación ilustrada a modo de los históricos gabinetes de curiosidades. Destacan las pinturas de la gran artista de vanguardia María Blanchard (Santander, 1881-Parí­s, 1932): de un lado La communiante (1923), rescatada por el MAS, versión diferente de la que conserva el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en Madrid (MNCARS), y de otro Mujer de rojo (c. 1915), ambas pertenecientes a una breve etapa primitivista parisina de ruptura y de fundamentación fotográfica. Las mágicas fotografías de José Lamarca (San Isidro/Buenos Aires, Argentina, 1939) el día de la boda de Camarón de la Isla con Chispa, su mujer. La magistral Los traperos (1924) de José Gutiérrez Solana (Madrid, 1886-1945), escritor y pintor -facetas indisolubles-, simbolista de esencia costumbrista, iconografía que recoge el negocio de las ropas de los finados en casetas apostadas en los muros de los cementerios, labor comercial que llevaban las mujeres; y un pequeño carboncillo y pastel sobre papel en depósito titulado La trapera (c.1908). El anónimo flamenco del siglo XVI, Virgen con el Niño de la Cereza, tabla de exquisito cuidado maternal, donde la cereza simboliza nuevamente la verdad y el cielo. Pinturas de Clara Trueba y Cosí­o (1808-1864) la primera pintora cántabra de la que se tiene conocimiento y rescatada por el MAS, con El Dux Marino Faliero y su esposa (c.1850) y el Náufrago (c.1850). Un sensual retrato pintado por Rogelio de Egusquiza (Santander, 1845-Madrid, 1915) -artista también rescatado cientí­ficamente por el MAS-, Aline Masson (c. 1978) una muy famosa coquette que sirvió de modelo a muchos artistas españoles en Parí­s. La velazqueña y aristocrática porcelana pictórica de Eduardo Rosales (Madrid, 1836-1873) titulada Dama en un jardí­n (c. 1860-1873). El Cordis Volatus (c. 1675, atr.) de Josefa D´Obidos (Sevilla, España, 1630-Óbidos, Portugal, 1684) mujer artista del barroco portugués, importante atribución del MAS, pequeña pintura zurbaranesca de í­ntimo y ascético simbolismo. O la fotografía del eslavo Sergey Bratkov (Kharkov, Ucrania, 1960), titulada Italian School 19 (2001) de esencia trasversal, fundamentado en clásicas obras de la pintura barroca italiana, tomando como figurantes a jóvenes problemáticos de un reformatorio moscovita.

 

El resto de la sala se resuelve con un puñado de excelentes obras de arte contemporáneo nacional e internacional asomándonos desde el ventanal de Tobís Rehberger (Esslingen, Alemania, 1966) FR 5 studio Window (2004), artista neopop que desarrolla su obra a medio camino entre el arte y el diseño. La fotografía de Vik Muniz (Sao Paulo, Brasil, 1961)Young Girl Sewing, after Vilhem Hammershoi (2006) plantea el debate de la unicidad artí­stica y de la nobleza del material compositivo; Muniz reproduce el original de Hammershoi -artista danés del siglo XIX-, en proceso de realización que es tanto o más importante que la materialización final fotográfica de la pieza. Una fotografía de Thomas Ruff (Zell am Harmersbach, Alemania, 1958) Ry 18, (2002/2008) plantea con sus trabajos un juego con el espectador. La delicada e inteligente cortina de Paloma Navares (Burgos, 1947) titulada Del valle del Jerte, cerezos en flor (2005), fotografía duraclear montada con útiles de pesca, que nos habla de una naturaleza viva, donde las flores son el marco alegórico sobre el que sutilmente la artista interpela el tópico de lo femenino; la cereza vuelve a posibilitarnos su simbolismo referente a la autenticidad. El mágico y dinámico espejo de Ruth Gómez (Valladolid, 1976) Magic Mirror´s Slaves (2007) a través del cual aúna el ví­deo de animación, la música y el dibujo digital persiguiendo respuestas acerca de la naturaleza del ser humano, como persona y como animal social, proponiendo historias animadas de nueva generación que reflexionan acerca de los sentimientos cotidianos del espectador. El Rapto of Democracy (2010) de Fabién Marcaccio (Rosario, Argentina, 1963) que obliga a realizar un esfuerzo decodificado, pintura bidimensional llevada a cabo con pigmentos, pintura de aluminio y silicona sobre lienzo, que funciona a partir de la conexión de múltiples referencias: la animación y la acción se vuelven presentes en la enérgica carga matérica y la técnica empleada; la alusión a la iconográfica clásica se encuentra en la fotografía de soporte-base del desnudo femenino. El Voldepark. Amsterdam. June. 10 (2005) de Rineke Dijkstra (Sittard, Holanda, 1959), importante obra de la laureada artista, aportando sus caracterí­sticas sensaciones, retrata momentos de tránsito emocional en la vida como puede ser la adolescencia, empleando siempre composiciones muy sencillas, basando sus estudios en los maestros del retrato holandés de los siglos XVII y XVIII.Y Building love (1997) del cántabro Juan Uslé (Santander, 1954), en retí­cula apasionada y profunda, homenaje a su rutina doméstica y a Vicky Civera, superando cualquier ley fí­sica, la ley de la gravedad, "cayendo" los chorretones blancos hacia arriba en contra de la ley de la gravedad, de acuerdo a la construcción diaria del amor, donde la estructura predomina sobre las cosas, y el conocimiento del natural no proviene únicamente del exterior; de este modo la apariencia externa de los objetos y de la naturaleza evoluciona en él hacia lo abstracto.

 

En un pequeño ámbito, se muestran obras de lectura muy diferente. La acuarela sin titular de Cristina Lucas (Jaén,1973), perteneciente a la serie Nunca verás mi rostro (2005), planteamiento del perpetuo problema identitario. Cristina García Rodero (Puertollano, Ciudad Real, 1949) está representada con La niña enferma (Serie Georgia), (1995), maternidad donde la impotencia se torna implacable, escena cotidiana, tierna y dura a la vez, que entronca con el misterio, la realidad y el dolor de las personas que sufren y tienen necesidades. Enfrente, Eva en rojo (c. 1989-2011) de Esther Ferrer (San Sebastián, Paí­s Vasco, 1937), perteneciente a la Serie El Libro del Sexo. Al fondo, un inquietante tondo fotográfico sin titular de Flavia Da Rin (Buenos Aires, Argentina, 1978), perteneciente a la Serie Misterio del niño muerto (2008), mostrando el momento de un sepelio "festivo", vida y muerte fundidas, en gesto y pose fantasmagóricos, donde la identidad es clave de la serie, siendo siempre y en todo caso, la propia artista protagonista de todos sus personajes.

 

CONDICIÓN MASCULINA
La Condición Masculina que ahora se presenta estará formada en su mayor parte por los fondos de la Colección del MAS apoyado con algún depósito de la Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria y de la colección particular del coleccionista Jaime Sordo.

 

Los creadores presentes y representados en la Condición Masculina han sido elegidos con criterio descentralizador, tranversal. Se trata de Tony Ousler (Nueva York, Estados Unidos, 1957), Jaime Plensa (Barcelona, 1955), Rax Rinnekangas (Rovaniemi, Finlandia, 1954), Daniel & Geo Fuchs (FUCHS, Daniel (Alzenau, Alemania, 1966) y FUCHS, Geo (Fráncfort del Meno, Alemania, 1969), Concha García (Santander, 1960), José María Guijarro (Toledo, 1964), Juan Carlos Fernández Izquierdo (Irún, Guipúzcoa, 1965), Carlos Aires (Ronda, Málaga, 1984), Daniel R. Martí­n (Santander, 1966), Juan Hidalgo (Las Palmas de Gran Canaria, 1927), Santiago Ontañón (Santander, 1903-Madrid, 1989), Sergey Bratov (Kharkov, Ucrania, 1960), Luis González Palma (Ciudad de Guatemala, Guatemala, 1957), Alfredo Jaar (Santiago de Chile, Chile, 1956), Sara Huete (Santander, 1958), Juan Carlos Robles (Sevilla, 1962), Caterina Campino (Lisboa, Portugal, 1972), Roland Fisher (Munich, Alemania, 1958) y Pablo Hojas (Santander, 1945).

 

En su lí­nea de dar tanta importancia al sujeto como al objeto, el MAS ha dispuesto varias vitrinas para que el visitante presente objetos de concepto duchampiano en depósito. Dos de ellas ya han sido completadas por objetos que ha deposito personal del propio museo.

 

EspacioGÉNESIS
Este Espacio integrado en la expocolección del Museo, importante novedad del MAS, va a estar dedicado a la organización de pequeñas exposiciones de artistas o temas cántabros en su mayoría, de arte moderno, y en su caso contemporáneo, pero siempre, vinculado a los fondos del MAS. Serán exposiciones, que tendrán una periodicidad, y a través de las que el Museo intentará incorporar alguna pieza inédita o relevante del artí­stica o tema elegido, procedentes de colecciones particulares.

 

En dicho espacio se van a tener en cuenta los criterios transversales caracterí­sticos del MAS, así­ como la importancia sujeto-objeto. De acuerdo a esa transversalidad si fueran artistas de arte moderno, habría una o dos piezas de arte contemporáneo y viceversa. Se vuelve a aprovechar para revisar cientí­ficamente a los grandes artistas cántabros de toda la historia local y autonómica. El MAS ha organizado sendas exposiciones de ellos, acompañados de profundos estudios cientí­ficos de muchos artistas (Riancho, Egusquiza, Iturrino, Casimiro Sáinz, Quirós, Bernardo, Cossí­o, De la Foz, etc) cuyos catálogos son hoy referencia obligada.

 

También, en muchos casos, siendo como es un espacio de génesis, de punto de partida, de inicio, de suma y sigue, pero también atemporal/intemporal cabe la posibilidad de integrar otros elementos que tengan que ver con esa travesía o génesis. Se podrán integrar vitrinas donde exponer objetos de una obra que tenga que ver con el tema, por ejemplo, de la sección fundacional del primigenio museo de Santander: monedas, medallas, objetos arqueológicos.

 

El EspacioGÉNESIS arranca con el importante artista cántabro Agustí­n de Riancho (Entrambasmestas, Cantabria, 1841-Ontaneda, Cantabria, 1929), quien estará acompañado por Julio de Pablo (Revilla de Camargo, Cantabria, 1917-Torrelavega, Cantabria, 2009) y Tony Stubbing (Londres, 1921).

 

Precisamente, entre el 4 de agosto y el 20 de septiembre de 1997, el MAS organizó una completa exposición dedicada a Agustí­n de Riancho tras una ardua labor de investigación, bajo la dirección cientí­fica y curatorial de Salvador Carretero. La muestra estuvo compuesta por sesenta de las mejores obras del artista, seleccionadas a partir de la catalogación de más de mil obras del artista. Consecuencia de ello, fue la edición de un catálogo, hoy agotado y referencia historiográfica del artista, estudio que recogió abundantes aspectos inéditos y novedosos de una longeva e importante trayectoria del artista pasiego. En el catálogo también destaca la aportación de numerosos documentos y cartas transcritas que aportaron datos fundamentales a la hora de estudiar a Riancho.

 

En EspacioGÉNESIS, el MAS organiza una pequeña e intensa muestra temporal fundamentada en la propia colección del Museo, espí­ritu de dicho Espacio.

 

La exposición la componen veintinueve obras de todas las épocas de Riancho, desde soberbios estudios al óleo de la época belga, pasando por su periodo cántabro-vallisoletano-cántabro, destacando Entrambasmestas, y fundamentalmente La Cagigona (a orillas del Luena) (1901-1908) (tí­tulo y datación que precisamente fueron rescatados en el proyecto del MAS de 1997), hasta llegar a la Primavera y El rí­o en otoño, magní­ficos ejemplos de su eclosión final.

 

La exposición monográfica dedicada a Riancho se complementa con un lienzo rigurosamente inédito recientemente traí­do de Bélgica. Desde 1997, el MAS ha seguido estudiando la figura de Riancho, teniendo estudiadas varias decenas de obras inéditas - bastantes de estas pinturas ubicadas en colecciones particulares españolas totalmente desconocidas y traí­das desde Bélgica-.

 

La transversalidad, intemporalidad,.. habitual del MAS está presente en esta exposición monográfica dedicada a Riancho al contar con la de Tony Stubbing (depósito del Museo Reina Sofí) y con Cielo Sombrí­o de Julio de Pablo.

 

Transversalidad que también se hace realidad con la instalación de cuatro vitrinas donde se presentan objetos prehistóricos y arqueológicos, figurillas africanas y mesoamericanas, hachas, piel de serpiente, puntas de fecha, ajuar, fibulas, puñales, instrumentos musicales, monedas (denarios romanos, monedas medievales y renacentistas españolas), que emanan de los orí­genes fundacionales del Museo a través de sus cuatro secciones de aquella época (Prehistoria y Arqueología, Historia Natural, Etnografía y Etnología y Bellas Artes).

 

Entre los artistas los MAS que pueden encontrar su lugar en EspacioGÉNESIS se podrían encontrar Casimiro Sáinz, María Blanchard, Gutiérrez Solana, Pancho Cossí­o, Quintanilla, Bernardo, Egusquiza, Iturrino, Clara Trueba, Esteban de la Foz, Raba, Enrique Gran, los hermanos Calderón, Martí­n Sáenz, Gloria Torner, Ángel Medina, Pedro Sobrado, Martí­nez Cano, Fernando García Valdeón, Juan Uslé, Vicky Civera, Eduardo Gruber, José Lamarca, Concha García, Arancha Goyeneche, Javier Arce,... en una lista casi infinita en la que cabrían otros tantos nombres.

 

EXPOCOLECCIÓN
La selección, montaje y presentación de la colección permanente posee el carácter de expocolección, puesto que se concibe con el mismo tratamiento teórico de investigación y renovación que se emplea en las exposiciones temporales, si bien, con una mayor continuidad en el tiempo. En fases anteriores se ha trabajado según la clásica concepción cronológica y, incluso académica, horizontal y lineal. En la actualidad, Travesía surca los conceptos de arte moderno, contemporáneo y actual -con dosis clásicas- en una apuesta para establecer una conversación trasversal e intemporal entre las obras y los artistas, con interpretación -en singular y en plural- que se multiplica hasta el infinito, siempre de forma diferenciadora, agitando ideas, cuestionando lo establecido y desdibujando fronteras. Se genera así­ un espacio de acción y pensamiento, un nuevo lugar de encuentro, donde la innovación, el desafí­o y el sentido crí­tico se ponen en directa relación con la sociedad contemporánea, donde los conceptos de complementariedad y de los opuestos juegan un papel clave en su discurso, donde la intervención y personal interpretación del visitante es crucial, parte siempre inconclusa del proceso creativo duchampiano, fusión total de objeto y sujeto.

 

Y es que la expocolección del MAS, denominada ahora Travesía, incluso es espejo y consecuencia de la paulatina y constante evolución de la institución durante las dos últimas décadas. Se comprende así­ su compromiso museográfico y artí­stico que, en definitiva, ha convertido al MAS en un ejemplo atí­pico en el panorama museí­stico español pasando de ser un museo horizontal y lineal, local y regional, a otro de carácter trasversal, moderno, activo y creativo, nacional e internacional. El talento artí­stico nacional e internacional, de ayer y de hoy, se marida de acuerdo a ejes narrativos en los que también encontramos presente el talento artí­stico cántabro. Esta descentralización integrada cántabra también es fundamental en el concepto creativo de la expocolección con el cuidado de lo propio.