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Ana Alonso. Conferencia sobre Max Beckman

Max Beckmann, ha sido uno de los pintores alemanes más importantes del siglo XX. Fue hijo de su tiempo, pero no precisamente como participante de los movimientos y corrientes de su época (expresionismo, fauvismo…) sino como “outsider”, un personaje al margen y crítico con todos las corrientes y pensamientos coetáneos.

 

Tras un intento fallido de entrar en la Academia de Bellas Artes de Dresde fue finalmente admitido en la de Weimar en 1900.

 

Beckmann cultivó todos los grandes géneros pictóricos (retrato, autorretrato, desnudo, bodegón, escenas mitológicas y de la vida cotidiana…) y trató siempre de plasmas su realidad con profundo dramatismo. La fuerza de sus figuras, la decisión de su trazo, la vigorosa composición de sus escenas, la expresividad de sus personajes, la objetividad de sus temas y la riqueza de su colorido señalan a Max Beckmann como uno de los grandes pintores alemanes de este siglo y como un artista de una continuada influencia en las generaciones posteriores.

 

Antes de la primera Guerra Mundial su obra se caracterizó por sus personajes bíblicos y mitológicos inmersos en el terrible drama de un mundo hostil, donde las catástrofes se sucedían unas a otras. A partir de entonces decidió poner su arte al servicio de la lucha de clases, dentro de la Nueva Objetividad junto a Otto Dix (Gera,1891 – Singen 1969). Sus nuevos personajes no tienen rostro y si lo tienen es deforme, monstruoso, una pesadilla, en fondos oscuros como celdas, exiguos, sombríos, precursores de lo que hará después Bacon.

 

Varios años después de esa tremenda crueldad visual Beckmann su obra se transforma. Realiza una serie de paisajes, desnudos, naturalezas muertas, varios retratos y algún autorretrato mucho más suave, hasta que el destino le depara otro duro golpe: la llegada de los nazis al poder. Su arte es considerado degenerado y es ridiculizado hasta la saciedad, no quedándole más alternativa que huir. Se exilia en primer lugar en Ámsterdam, donde pasará 10 años. En 1947 emigra definitivamente a América, donde rehace su vida como profesor y recupera fama y prestigio.

 

Murió en Nueva York de un ataque al corazón cuando se dirigía a visitar la exposición “American Painting Today”, en la que se exponía una obra suya.

 

ANA ALONSO

Es licenciada en Licenciatura de Historia del Arte por la Universidad de Valladolid. 1999/2004. Becada con el programa Erasmus en la Università degli Studi di Perugia (Italia). Curso de Aptitud Pedagógica (CAP) en la  Universidad de Cantabria. Máster en “Gestión del Patrimonio Cultural en el ámbito local” en Fundación Universitat (Institut del Patrimoni Cultural) de la Universidad de Girona.

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